Generales
Generales – agarrar del pelo
Una de las partes más excitantes del sexo es dejarnos llevar, perder el control y que nuestra parte animal nos domine. El sexo se vuelve más primitivo, más duro. Y una de las formas más habituales de expresión de esa animalidad es agarrar a nuestra pareja por el pelo, ya sea para mantenerla quieta o para dirigirla como nos apetezca. ¿Te apetece probarlo?
Kamasutra
Postura 021
Una postura en la que ella hace todo el movimiento de penetración y tiene todo el control. Él está en una postura dominada, por lo que a muchos hombres les costará disfrutar de esta postura.
Juguetes
Juguetes – los guantes
Las manos son una de las zonas más activas durante el sexo: acarician, agarran, pellizcan, penetran… y podemos darle una variación más con distintos tipos de guantes. Una textura, una estética, la sensación de ser tocados por algo desconocido… un simple guante puede aportarnos sensaciones nuevas y sorprendentes. Y es extremadamente sencillo como juguete!
Kamasutra
Postura 119
Una postura extrema parecida a la postura 115 , pero que necesita de más flexibilidad aunque aporta el contacto visual.
Generales
Generales – sexo por las orejas
Las orejas son una zona erógena secundaria tanto en hombres como mujeres. Su sensibilidad varía entre individuos, pero en general es sensible a besos, lametones, mordiscos, caricas… y por supuesto las orejas son el punto de entrada de una de las mejores forma de empezar la excitación: los susurros y palabras adecuadas!
Relatos
Relatos – Un día de lluvia
«El agua caliente se deslizaba sobre su piel con suavidad, llegando a sus pezones y entrepierna y rozando esas zonas suavemente. Enseguida sintió cómo toda la tensión sexual acumulada afloraba, haciéndola estremecerse con un escalofrío. Sintió cómo se abrían los labios de sus genitales, esperando anhelantes cualquier estímulo. Su mano derecha corrió a satisfacerlos, mientras que la izquierda acariciaba su abdomen, ascendiendo hacia uno de los pulsantes pechos.»
Relatos
Relatos – Mi estupenda suegra
«Así que empecé a observarla más detenidamente en cada fiesta y pude notar que lo que me llamaba la atención de ella eran sus nalgas paraditas y sus grandes tetas que marcaban la blusa y que a veces dejaban entrever los pezones.»